El Valencia quiere fichar a Kurt Zouma

Hay quienes piensan que el verano es tiempo de descanso, de tumbona y playa junto al Turia. Ingenuos. Lo que ocurre es que el club se mueve entre bambalinas, gestando el futuro, buscando ese delicado equilibrio entre cuidar a sus jóvenes talentos de la casa y explorar el mercado con la perspicacia del que sabe que cada euro cuenta. Y ahí, entre reuniones, llamadas y hojas Excel, asoman tres nombres clave: Cristhian Mosquera, Yarek Gasiorowski y un tapado, Kurt Zouma, que podría ser el bastión de la defensa blanquinegra si alguna pieza se cae del tablero.

Mosquera, pieza angular con futuro incierto

Cristhian Mosquera, el joven central que ha enamorado a Mestalla a golpe de sangre fría y salida limpia de balón, encara su último año de contrato. En el club lo tienen claro: hay que blindarlo. Porque si algo ha aprendido el Valencia en los últimos años es que las joyas de la casa hay que protegerlas como oro en paño. Lázaro, Baraja, Gaizka o Albelda: la historia del club vive de los canteranos con galones. Renovar a Mosquera es un asunto de Estado, de esos que no admiten demora. Si el asunto se tuerce y hay salida, el club ya sabe lo que hará: mover ficha con inteligencia y sin dejarse arrastrar por los nervios de mercado.

Yarek, el diamante tasado

Yarek Gasiorowski es el otro nombre propio en los despachos. Central con pintaza de internacional, liderazgo sin complejos y un físico para soñar con grandeza. Pero no todo lo que brilla en Paterna sale al primer postor. El Valencia lo ha dicho claro: solo se moverá si el cheque se acerca—y mucho—a las exigencias económicas de la entidad. Aquí nadie va a regalar perlas por miedo a perderlas. Y si llega la oferta buena, tocará reforzarse. Si no, Yarek seguirá creciendo con la camiseta blanquinegra.

Zouma, el tapado de jerarquía internacional

Aquí es donde entra en escena el tapado de Peter Lim, el deseo secreto que ya conocen todos los que siguen el runrún che: Kurt Zouma. Central francés, 30 años, jerarquía en las dos áreas y un mercado de 10 millones que ahora quedará huérfano, porque en cuestión de días se convierte en agente libre. La vida de Zouma es puro fútbol europeo: criado en Saint-Étienne, campeón de todo con el Chelsea (Premier, Champions, libros de oro y noches de leyenda), y después luchador en el barro de Stoke, Everton y West Ham, donde la temporada pasada firmó 39 partidos y marcó 3 goles. Un currículum con músculo y experiencia para liderar a cualquier zaga.

Esta temporada, fútbol en Arabia, 20 partidos con el Al-Orubah FC, pero ni los petrodólares ni el exilio de las estrellas apaga su hambre. Es un jugador en forma, curtido y con ese punto de mala leche competitiva que tanto gusta en Mestalla…a pesar de sus polémicas.

En las oficinas del club ya han movido ficha: le han pedido a Zouma que aguante, que no se precipite en firmar otro contrato, mientras el futuro de Mosquera y Yarek se resuelve. Si la maquinaria blanquinegra da el OK, Mestalla podría tener un nuevo mariscal.

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