En Valdebebas, cuando el río suena, es que madera lleva. Y en los últimos días, el nombre de Tolu Arokodare ha comenzado a circular con fuerza por los despachos blancos. El delantero del Genk, nigeriano de pasaporte y depredador del área por vocación, aparece en la pole de los posibles refuerzos para una delantera que apunta alto. Muy alto. Tan alto como los 1,97 metros que mediría un sueño de gol.
Xabi Alonso, meticuloso hasta en los descansos, ha recibido informes detallados sobre Arokodare. Y lo cierto es que el chico tiene lo que buscan en la Castellana: 24 añitos, casi dos metros de altura, fuerza de bisonte, olfato de lince y una cabeza que es martillo pilón en el área. Esta campaña le avalan números que harían salivar a cualquier director deportivo: 21 goles en apenas 40 partidos en la liga belga, y lo de rematar de cabeza lo lleva en los genes.
Pero ojo, que en esto del fútbol nadie escoge su destino a dedo. Las grandes ligas le miran de reojo. El Milan está dispuesto a jugársela y darle galones que en la Casa Blanca, con la sombra de Mbappé planeando sobre Chamartín, serían una quimera. El Manchester United, sabiendo cómo es la Premier, le daría la camiseta de titular desde ya. Vestirse de blanco, sí, pero de negro y rojo también suena tentador para Arokodare.
Hasta ahora, y que nadie encienda las alarmas, en el Madrid no ha habido movimientos oficiales. Prudencia, trabajo de despacho y mirada de halcón. La prioridad sigue siendo otro, pero Tolu encaja como opción secundaria para ese perfil de delantero tan específico: el 9 de fuerza, de área y remate, ese ‘tanque’ que el Bernabéu lleva tiempo reclamando cuando los planes A fallan.
En este contexto, Xabi Alonso no pierde el foco. El entrenador ha visto cómo el canterano Gonzalo se ha doctorado en el Mundial de Clubes. El chico ha respondido, ha mojado y se ha ganado la confianza del míster para ser el punta de referencia… al menos, hasta que llegue –o regrese– ese Mbappé del que habla medio mundo.
La realidad es clara: el Madrid tiene la paciencia como bandera. No hay prisa, la decisión sobre el suplente de Mbappé para la próxima temporada se cocinará a fuego lento. Quizá sea el joven Gonzalo el que tome vuelo, tal vez Arokodare, con sus 18 millones de valor de mercado y contrato hasta 2027 en el Genk, acabe recalando en el Bernabéu. Ya ha demostrado en Bélgica lo que es: casi cien partidos, 38 goles y hambre de grandeza.