El Athletic Club y el Valencia CF han sellado un pacto que puede cambiar la carrera de Julen Agirrezabala y, de paso, las necesidades de dos equipos históricos. El joven guardameta de San Sebastián hace las maletas hacia Mestalla: cesión por una temporada, oportunidad para brillar y, quién sabe, tal vez quedarse en la capital del Turia.
El acuerdo está bien medido. El Valencia tendrá a Agirrezabala a sus órdenes esta campaña y, si el chico cuaja, puede romper la hucha: opción de compra de 12 millones, no obligatoria, eso sí. No hay trampa, ni cartón, ni posibilidad de que el Athletic tire de cláusula para recomprar al portero si el Valencia se decide a ficharlo. Si Mestalla se enamora, será solo para ellos.
La operación no ha sido un camino de rosas. En Bilbao, los despachos estaban ocupados, varias prioridades exigían atención. Primero, amarrar el recambio: Álex Padilla, que regresa para cubrir el hueco. Luego, cerrar el capítulo de la renovación de Nico Williams, otra pieza angular. Solo entonces se apretaron las tuercas para dejar todo atado con el Valencia, que pagará íntegramente la ficha de Julen, además de una tarifa de cesión superior al medio millón de euros. Negocio redondo.
Julen Agirrezabala no esperará ni un segundo más. Rumbo a Valencia, directo a la pizarra de Carlos Corberán, que quería frescura, reflejos y hambre bajo palos. En el Athletic, el debate se zanja rápido: hay fe ciega en Unai Simón y, con la portería cubierta de garantías, Agirrezabala gana minutos, experiencia y, quién sabe, madurez de gran portero.
Agirrezabala busca minutos y Mestalla busca ídolo. Si la combinación cuadra, el destino puede ser eterno. Así es el fútbol: a veces, para crecer, hay que cruzar la frontera. Y Julen, listo para volar, prepara el salto.