El Sevilla se interesa por mexicano Orbelín Pineda

En la orilla sur del Guadalquivir se rumorea que algo grande se mueve en el Sánchez Pizjuán. El Sevilla, ese Club que colecciona títulos europeos y firma resurrecciones futbolísticas con la naturalidad del que está acostumbrado al milagro, busca reinventarse. Y en esa búsqueda aparece una conjunción que invita a la ilusión: la inminente llegada de Matías Almeyda al banquillo y el posible fichaje de su hombre de confianza, Orbelín Pineda.

No es casualidad, ni un casting improvisado a última hora. La historia entre Almeyda y Pineda tiene capítulos gloriosos, primero en Chivas, donde juntos conquistaron corazones y trofeos en México, y después en el AEK Atenas, donde forjaron un equipo reconocible: vertical, intenso, atrevido y con personalidad. Almeyda entiende el fútbol con una pasión contagiosa y, para que su discurso cale desde el primer entrenamiento, nada mejor que contar con su fiel escudero. Y ahí, justo ahí, aparece el nombre de Orbelín como objetivo prioritario del nuevo Sevilla.

Mucho ojo, que no estamos hablando de un fichaje decorativo, ni de un capricho pasajero. Pineda, con 29 años y dueño del mediocampo, ha demostrado en Grecia que está para retos mayores. En tres temporadas vestido de amarillo y negro, el mexicano se ha convertido en el metrónomo del AEK. 124 partidos, 15 goles, 10 asistencias y una incidencia directa en el juego que va mucho más allá de los números. Pieza imprescindible en cada batalla y voz respetada en el vestuario. Jugadores así, que dan sentido a la pizarra y ejercen de prolongación del entrenador, son oro puro en cualquier proyecto.

Que nadie se confunda: el Sevilla tiene que moverse con precisión de cirujano si quiere vestirlo de blanco. El valor de mercado de Orbelín ronda los 7 millones de euros, pero el AEK sabe lo que tiene entre manos. Los 6,5 millones que pagaron al Celta hace dos años han sido una inversión redonda. Y aunque en Europa no rige la cláusula de 8 millones que se ha filtrado por ahí –asunto exclusivo para la MLS y clubes mexicanos–, la directiva griega peleará cada euro. Para el Golfo Pérsico sí hay cláusula: 10 millones, solo apta para el fútbol de petrodólares.

Pero Sevilla tiene otras armas, las del corazón y la idea. El factor Almeyda es como tener un comodín bajo la manga. El entrenador argentino no solo garantiza trabajo y energía, sino que puede convencer al jugador de dar un salto a LaLiga, una competición donde el talento de Orbelín puede lucir y explotar.

El momento es ahora. El Sevilla busca, con Almeyda, resetear el proyecto, reconectar con su gente y regresar a esa identidad indomable que tantas alegrías ha dado. Orbelín Pineda no es solo un fichaje, es un mensaje claro: el club quiere volver a ser protagonista y sabe perfectamente por dónde empezar.

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