El Milan propone un intercambio de jugadores con el Barcelona

Si quedaba alguna duda de que el mercado nunca duerme, el verano amenaza con sacudir media Europa con un trueque que, de producirse, dejaría mella de esas que hacen época. Milan quiere morder en el corazón del Barça. Sienten debilidad por Ronald Araújo, el central charrúa de acero, y no ocultan su interés por vestirle de rojinegro. El uruguayo, pilar defensivo hace no mucho, hoy aparece en la agenda de salidas tras una campaña accidentada y un estatus que ha mermado. Pero, ojo, que la operación tiene truco. Los italianos estarían dispuestos a abrir la caja (o más bien, la joya de la corona) y poner sobre la mesa el nombre del portugués Rafael Leão como moneda de cambio. Uno por otro. Defensa de muro por galgo de banda.

Leão vuelve a sonar con fuerza en el Camp Nou

No es la primera vez que Leão aparece en los sueños de la secretaría técnica blaugrana. El portugués, 1,88 de pura fibra y carreras imposibles, es uno de esos extremos que te desmontan un sistema por sí solos. Desde que aterrizó en San Siro, ha sido clave—14 goles de media por temporada, diez o más asistencias cada año y, sobre todo, el líder de todo ataque. Para un Barça que añora esa chispa diferencial por el carril zurdo, Leão huele a fit perfecto. Y más si el plan es rejuvenecer y electrificar un flanco que se ha quedado entre algodones y promesas.

Pero el tablero está más abierto que nunca. Porque si el Barça quiere, primero tiene que soltar. El fino equilibrio del ‘fair play’ financiero marca la pauta. No hay fichaje sin venta. Y si quieres inscribir a un extremo top, el sacrificio exige un nombre rimbombante. Ronald Araújo, con contrato en vigor hasta 2031 pero con una cláusula golosa de 65 millones válida solo esas dos semanas de julio, aparece como la pieza más sacrificable si la propuesta por Leão convence a las dos partes.

Luis Díaz, Nico Williams y Rashford: la terna de los sueños culés

Que nadie se equivoque, Leão es opción. Pero, sobre la mesa, Luis Díaz es aún la primera prioridad. El colombiano está de dulce en Liverpool y los despachos azulgrana sueñan con verle trazar diagonales imposibles en Montjuic. Sin embargo, hay factores a considerar: Nico Williams es más joven, mucho más barato y cuenta con el beneplácito de buena parte de la afición culé. La cláusula de 82 millones hace pensar al Barça, aunque Joan Laporta no enseña todas las cartas. Duda, y mucho, porque teme un vestuario con excesiva camaradería si Nico aterriza—esos lazos que, a veces, desembocan en rampas emocionales y bajadas de tensión competitiva. Y después está la carta Rashford, menos cercana pero siempre latente bajo el radar.

El valor del intercambio

Lo que hace tan seductora la propuesta milanista es el encaje contable y futbolístico. Leão, valorado en 75 millones, con contrato hasta 2028, cuadraría para el Barça en todos los aspectos: edad, potencial y hambre. Lo mismo para el Milan, que necesita refuerzos atrás y ve en Araújo (35 millones de valoración, aunque la operación exigiría más de ahí) a ese líder que devolvería empaque europeo a su zaga.

El gran interrogante estriba en el momento de las carreras. Araújo viene de un año torcido, con más parte médico que minutos imprescindibles, y en el Barça ya no es intocable. Si el Milan toma la iniciativa, y si Leão pone de su parte, la viabilidad financiera—ese examen que lo condiciona todo—puede estar encima de la mesa.

El verano promete emociones fuertes

Lo que está claro es que el próximo mes y medio serán de alto voltaje. Tiemblan los cimientos de los grandes de Europa. El Milan se lanza a por Araújo y el Barça tantea el nombre de Leão como alternativa de lujo si se complica lo de Luis Díaz y Nico Williams. Todas las piezas pueden encajar en función de los movimientos, de esos pequeños detalles que deciden fichajes y desequilibrios.

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