Hay veces en el fútbol en las que el mercado no espera a nadie, donde los grandes movimientos se quedan a mitad de camino y en ese río revuelto, quien no pesca se queda fuera del banquete. El Atlético de Madrid lo sabe y por eso tiene el radar encendido, apuntando a uno de los puestos donde más urgente es la necesidad: el lateral izquierdo. La consigna de Simeone y su trinchera es muy clara: piernas nuevas, galones y solvencia para blindar esa banda que tanto aire le da a su equipo.
La prioridad, lo saben hasta los areneros del Metropolitano, es Andrew Robertson. El escocés es el tapado favorito, el sueño rojiblanco y el gran deseado por los despachos de la calle Serrano. Un portento físico, un líder natural y una garantía ofensiva con vocación defensiva. Pero la Premier es un terreno de ogros y sacar a un fijo del Liverpool será complicado, es como negociar con los jeques: misión casi imposible.
Por eso, en esa ya tradicional fórmula de tener un as bajo la manga, el Atlético ha situado un plan B que de secundario tiene poco. Lucas Digne. Sí, ese mismo que en su día fue sinónimo de futuro en el Barça y hoy, con 31 añazos y cerca de 400 partidos a las espaldas, es un inamovible en el Aston Villa. Un habitual con Unai Emery, titularísimo y pieza clave en la resurrección de unos Villanos que vuelven a codearse con la nobleza de Inglaterra.
Digne es experiencia, recorrido y oficio. Tiene contrato hasta 2026, su valor de mercado ronda los 10 millones de euros, y aunque los de Birmingham lo ficharon por 30 ‘kilos’ al Everton allá por 2022, el tiempo ha hecho su trabajo y la actualidad se impone: el Aston Villa negocia su renovación, sí, pero tampoco haría ascos a una oferta respetable –pongamos, unos 20 millones– para dejarle salir. No es un ganga, no. Pero hoy día, el que quiera laterales de nivel tiene que tirar de talonario.
En la hoja de ruta del Atlético, Digne es más que una simple alternativa. Cumple el perfil, tiene kilómetros, conoce grandes vestuarios y no le tiembla la pierna en las citas grandes. Un seguro atrás, un puñal en ataque y carácter de sobra para vestirse de rojiblanco y dejarse el alma por el equipo del pueblo. Simeone necesita soldados, no figurantes en Instagram, y el francés encaja como anillo al dedo en el ideario cholista.
De momento, la operación está en la nevera, a la espera de que las negociaciones con Robertson tomen rumbo o naufraguen. Pero el Atlético se mueve, no espera y ya sondea el terreno. Digno de la vieja escuela, Digne sería un salto de calidad para la defensa colchonera, aportando experiencia, entrega y fútbol de verdad.