En el fútbol, como en la vida, hay trenes que solo pasan una vez. Y hay delanteros que solo salen al mercado una vez cada mucho tiempo. Viktor Gyokeres es, sin duda, uno de ellos. El sueco ha logrado en un solo año lo que muchos niegan toda una vida: ser el gran anhelo de media Europa y convertirse, a sus recién cumplidos 27 años, en el delantero centro más codiciado del continente. No es para menos. El Sporting de Lisboa, que lo pescó del Coventry City por 24 millones y pensó que había hecho el negocio de la década, ahora se enfrenta a una tormenta perfecta. Y todo, con el Atlético de Madrid soñando despierto con juntar a este depredador del área con nada menos que Julián Álvarez.
Pero vayamos por partes, que la historia lo merece. Federico Varandas, presidente del Sporting, se ha atrincherado: ni promesa de venta por 70 millones, ni cantos de sirena. Aquí no se regala a nadie. La postura es firme, de escudo alto y dientes apretados. Pero la otra parte del tablero, la que mueve el gol e incendia las redes, no está dispuesta a bailar al ritmo de los leones portugueses. Gyokeres, que no entiende de medias tintas, ha dicho basta: insatisfecho con el cambio de reglas, amenaza con no presentarse a la pretemporada y, si hace falta, se planta en huelga. Palabra de killer.
Su impaciencia tiene razones de peso: Manchester United (donde le espera su exentrenador Ruben Amorim), Arsenal y, sobre todo, un Atlético de Madrid que le tienta con el clima y el proyecto, sueñan con hacerse con su ficha. Una batalla a tres bandas donde el factor sol y calidad de vida puede desequilibrar la balanza. El Atlético sabe que, ante tanto músculo inglés, tiene una carta oculta: Madrid, el Metropolitano y la posibilidad de formar un dúo letal con Julián Álvarez.
Y es que Gyokeres es mucho más que hype. Es presente, futuro y garantía de goles. Su altura (1,89m), su instinto en el área y su brutal competitividad asustan a cualquier defensa rival. Los números le respaldan: 43 goles y 15 asistencias en 50 partidos en su primera temporada de verde y blanco. Antes, 40 goles y 15 asistencias en 94 apariciones con el Coventry City entre 2021 y 2023. Hablar de cifras de videojuego es quedarse corto: este sueco llegó a Lisboa para destrozar estadísticas y lo ha conseguido en tiempo récord.
El valor de Gyokeres es ahora de 75 millones de euros. Y aunque tiene contrato hasta 2028, Varandas sabe que la cuerda está tensada al límite. Si la situación sigue encallada, el precio de salida podría ser incluso más alto que los 70 millones que se manejaban en un principio. El futuro del sueco está marcado por el conflicto, la expectación y los focos de todo el continente. Con cada movimiento, Gyokeres escribe una línea más en el guion de este verano y se erige, por derecho propio, en uno de los grandes protagonistas del mercado.
¿Conseguirá el Atlético hacer realidad el sueño de juntar a Gyokeres con Julián Álvarez? ¿Romperá el Sporting finalmente el cerrojo? ¿Reinarán los petrodólares ingleses o pesará más el sol y la pasión de LaLiga? El verano, amigos, promete emociones fuertes.