Ángel Correa, el argentino incansable, el soldado de Simeone, está a un paso de vestir la camiseta de los Tigres. Sí, han leído bien. Uno de los últimos románticos del Atlético de Madrid, con casi una década defendiendo el escudo del Metropolitano a pecho descubierto, está listo para buscar un nuevo desafío en el fútbol mexicano.
El acuerdo personal entre el club regiomontano y el propio Correa es total. El argentino ya ha dado el “sí, quiero” a un proyecto que promete potencia, protagonismo y, por qué no decirlo, gasolina de la buena a sus 30 años. A falta de los detalles de rigor entre Tigres y el Atlético de Madrid para rubricar la transferencia, el desembarco del rosarino en Monterrey pinta para convertirse en uno de los bombazos del año en la Liga MX. Y no es para menos.
Ángel Correa se marcha del Atlético dejando una huella imborrable. 466 partidos, 88 goles, asistencias imposibles y sacrificio sin fisuras para el ‘Cholo’. El retrato de la fidelidad y el trabajo silencioso, el escudero que nunca buscó foco pero siempre acabó decidiendo partidos grandes. La marcha de Correa se enmarca en esa necesaria renovación generacional que el equipo colchonero lleva mascullando tiempo. Una operación quirúrgica que pide relevo de aire fresco y que, inevitablemente, fuerza a los clásicos a buscar minutos allende los mares.
Si alguien tenía dudas sobre la capacidad de seducción de la Liga MX, Tigres ha ejercido de imán. Con el músculo financiero más sólido de México –y uno de los más potentes de América Latina–, el club regiomontano no se anda con rodeos: ven a Correa como la pieza clave para catapultar su ataque y meter miedo en la segunda mitad de la temporada. Los números no mienten: 10 millones de euros sobre la mesa –el valor de mercado del argentino– y la promesa de un rol protagónico. No es poca cosa para un jugador con un año de contrato en España, pero sí es el reconocimiento esperado para un futbolista todoterreno, capaz de jugar de delantero centro o extremo, con gol y garra a partes iguales.
Correa no se va por dinero. Se va a buscar minutos, balón y liderazgo. Porque aunque el Metropolitano siempre tendrá un recuerdo reservado para su chico de Rosario, el fútbol es así: hay etapas que terminan y desafíos nuevos que merecen ser vividos. En Monterrey están listos para recibirlo, y en la Liga MX frotan las manos. Si nada se tuerce en la letra pequeña del contrato, Ángel Correa será el nuevo rey felino.