Brian Oliván a un paso del Sevilla

Las ventanas del Sánchez-Pizjuán, ahora que asoma el verano, esperan con esperanza la brisa de cambios. El Sevilla, ese club capaz de reinventarse en la adversidad, tiene clara una idea: la banda izquierda necesita más que aire fresco. Quiere músculo, recorrido y, sobre todo, fiabilidad. Por eso, las miradas del departamento de fútbol, comandado por el recién llegado Antonio Cordón, apuntan en rojo a un nombre: Brian Oliván.

No es un fichaje cualquiera. Es una de esas operaciones al estilo nervionense, de perfil bajo pero con proyección interesante. Brian, lateral izquierdo del Espanyol, acaba contrato en apenas unas semanas. El rumor, ya definitivo, es que no renovará con la entidad perica. Ni las lesiones, ni la falta de continuidad, ni la friolera de sólo 18 partidos en LaLiga este año han convencido a la dirección deportiva catalana para apostar de nuevo por él. Una oportunidad de mercado, de las que gustan en la planta noble sevillista, con valor de 1,8 millones de euros.

Oliván, veterano curtido en mil batallas (31 años no son cualquier cosa en Primera), fue intocable para el Espanyol las dos temporadas pasadas. Ahora, las circunstancias le han dejado sin confianza, sí, pero no sin calidad. El Sevilla lo sabe. No lo esconde. Y el interés es real. Con la marcha fugaz de Valentín Barco y la escasez de soluciones solventes en el banquillo para el lateral zurdo, más allá del incansable Adrià Pedrosa, el club se ve obligado a reinventar la posición.

La cantera, esa que siempre da la cara pero no puede ser el único parche, ha tirado de Kike Salas y de José Ángel Carmona para alguna urgencia. Pero hace falta más. Hace falta peso, experiencia, oficio. Y ahí entra Oliván. Sabe lo que es pelear la permanencia y tener galones en una zaga. Llega libre, lo que facilita las cosas en una economía que no anda tan sobrada de alegría.

El modelo Sevilla siempre ha funcionado en la adversidad. Lo sabe Antonio Cordón, que prepara una remodelación silenciosa pero profunda, y lo intuye Matías Almeyda, el principal candidato al banquillo tras el “no” de Imanol Alguacil. El entrenador argentino, de aterrizar, querrá laterales con pulmón, con recorrido y con carácter, mucho carácter. Oliván encajaría como anillo al dedo en esa pizarra.

Falta que la operación avance, que el club termine de rematar con Brian y que los matices se pulan antes del punto final. Pero la intención está clara: el Sevilla no quiere que la banda izquierda siga siendo un solar. Busca oficio, busca soluciones y busca, sobre todo, volver a ser ese equipo que ha convertido la necesidad en virtud. Si la llegada de Oliván se produce, el aficionado puede estar seguro de una cosa: el Sevilla tendrá en el carril izquierdo a un jugador dispuesto a todo.

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