Ibrahima Konaté, el futuro fichaje galáctico del Real Madrid

Hay un runrún en Valdebebas y no es para menos. Cuando Florentino mueve ficha, Europa tiembla y los rivales rascan el bolsillo. El presidente más ambicioso del fútbol moderno ha dado luz verde a dos incorporaciones que invitan al optimismo antes del Mundial de Clubes: Trent Alexander-Arnold y Dean Huijsen ya visten de blanco. Un lateral con alma de centrocampista, ADN británico y proyección mundial, y una perla defensiva forjada en la cantera de la Juventus que ya llevaba tiempo haciendo ruido en el radar merengue.

La jugada maestra de Alexander-Arnold tuvo truco de mago: el Madrid adelantó la operación con un pequeño pago, un movimiento quirúrgico, casi invisible, porque la idea inicial era ficharlo a coste cero. Detalles de un club que es experto en surfear las oportunidades del mercado. La dirección deportiva, siempre con la vista puesta en la pizarra y en la economía, consideró que este fichaje se debía amarrar antes de que Europa metiera la cuchara y subieran el precio. Por eso, Alexander-Arnold, ese jugador que pone centros con tiralíneas y que tiene más finales de Champions que muchos equipos, ya es galáctico.

No todo han sido abrazos y sonrisas en la sala de reuniones. Florentino lo intentó con Álvaro Carreras, pero el acuerdo con el Benfica nunca llegó a buen puerto. Así es el fútbol moderno, una negociación puede romperse por un simple fleco y, a veces, la gran oportunidad se escapa entre los dedos. Pero en la casa blanca nadie se envuelve en lamentos. Al contrario. Se aprende, se ajusta la estrategia… y se redobla la apuesta.

Un Madrid para el futuro, pero con experiencia Champions

No se negocia la hoja de ruta: juventud, talento y oportunidades a bajo coste. Eso quiere Florentino. Y, siguiendo esta línea, el próximo nombre que retumba en el Bernabéu es el de Ibrahima Konaté. Un central imperial, 1,94 de músculo, zancada y jerarquía que lleva dos años siendo indiscutible en el Liverpool. Konaté, a sus 26 primaveras, ha disputado 42 partidos este curso, fiel en la retaguardia red, con dos goles y dos asistencias. Un perfil que casa como anillo al dedo en el nuevo Madrid: joven, pero curtido en batallas europeas, y con hambre de títulos.

El Madrid, muy pendiente de su contrato, juega sus cartas al límite: le queda un año en Anfield, su valor ronda los 60 millones de euros, pero Florentino sonríe sabiendo que la mejor jugada podría estar, simplemente, en la paciencia. Y es que la Casa Blanca ya ha hecho saber al entorno de Konaté que, si no renueva, le espera un contrato de estrella y una jugosa prima de fichaje para que tome el vuelo directo Madrid-Barajas en 2026… con la carta de libertad bajo el brazo. Una operación con la que, además, se le podría arrancar al Liverpool uno de sus pilares por una suma mínima si finalmente se fuerza la maquinaria este verano.

Es la estrategia de los grandes: anticiparse al mercado, vivir con la calculadora en la mano y los prismáticos bien enfocados en el horizonte, allá donde aparecen aquellos jugadores que no solo serán cracks mañana, sino que lo son hoy.

Florentino no afloja el acelerador. El Madrid se rearma con talento joven, con futbolistas que apenas han escrito el primer capítulo de su historia y que ya saben lo que es sudar la camiseta en noches mágicas de Champions. El futuro se viste de blanco y, como casi siempre cuando Florentino mueve los hilos, lo mejor está por venir. Abra bien los ojos. El próximo galáctico puede estar ya reservado en la agenda del Real Madrid.

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