Szczesny renueva con el Barcelona hasta 2027

En el FC Barcelona las paredes tienen oídos y el césped, memoria. Y lo cierto es que, desde que Wojciech Szczesny vistió la camiseta azulgrana, no hay portería más segura que la del Camp Nou. Ahora, todo se vuelve oficial: Szczesny sigue siendo blaugrana y ha estampado su firma en una renovación hasta el 30 de junio de 2027. Joan Laporta sacó el bolígrafo de las grandes noches y, en la intimidad del despacho, el polaco rubricó la confianza de un club que ya es suyo.

La historia es pura adrenalina: aterrizó para solventar el drama. La lesión grave de Ter Stegen le abrió la puerta y Szczesny no desaprovechó su oportunidad. Salió, vio y venció. En cuanto pisó el césped, se echó el equipo a la espalda y se ganó el respeto de un vestuario necesitado de hombres con carácter. Su llegada ha sido un vendaval de personalidad, de esas que cambian el ánimo y el espíritu de un grupo.

No es casualidad que el club valore tanto sus guantes. No solo por lo que para, sino por lo que lidera. En un vestuario rejuvenecido, Szczesny es el maestro de los jóvenes, el veterano que impone silencio con la mirada y que levanta a los suyos cuando el vendaval sopla en contra. Los números hablan: 30 partidos oficiales y el noveno jugador con más minutos en la plantilla. 2.726 minutos de pura seguridad y temple bajo palos.

La apuesta de la dirección deportiva es clara y la de Hansi Flick, nítida: Szczesny es el elegido. Por delante de Ter Stegen, nada menos. El polaco se ha ganado la portería y forma ahora una dupla de garantías con Joan Garcia, mientras el club observa de reojo la situación de Ter Stegen y sus posibles ofertas. Renovar al polaco es también una jugada maestra para meter presión al alemán. En Can Barça, las puertas no están cerradas, pero sí entreabiertas.

El Barcelona, por tanto, confía su futuro a un guardián de hierro y personalidad irreverente, que ha transformado las dudas en certezas y ha puesto orden en el caos. Szczesny ha renovado y, con él bajo palos, en el Camp Nou ya se respira otra vez ese aire de equipo grande. El muro polaco desafía al futuro y ya tiene fecha: 2027. El Barcelona ya tiene portero… y qué portero.

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