Bono podría volver al Sevilla este verano

Hay porteros que tapan huecos y otros que marcan épocas. En Nervión, saben de qué va la historia. La portería del Sevilla, ese rincón sagrado donde la presión susurra y la épica se hace costumbre, no olvida nombres propios. Si hay un futbolista que no ha dejado de habitar el recuerdo nervionense, ese es Yassine Bono. El arquero magrebí puso candado a noches históricas y ahora, mientras brilla bajo el sol saudí, su figura reaparece en los sueños de una afición necesitada de certezas y leyendas.

José Luis Silva, el hombre que afinó la puntería de los porteros sevillistas durante años, lo tiene claro: “La mejor época de Bono fue la del Sevilla. Su conexión con el club y la ciudad es especial.” No habla solo de paradas de escándalo en noches europeas o de títulos conquistados. Habla de un portero que, más allá del talento bajo palos, hizo suyo el Sánchez-Pizjuán con una mezcla de profesionalidad, compromiso y un halo de humildad que, a día de hoy, se sigue ganando ovaciones en la barra de los bares.

Bono es pasado, presente y, por qué no, ¿futuro? Porque José Luis Silva, voz autorizada en la materia, no descarta lo que muchos sevillistas firman hasta con sangre: la vuelta del marroquí es posible. “Cuando acabe su etapa en el Al Hilal, podría regresar. Tiene mucho Sevilla en las venas y la puerta, emocionalmente, nunca se ha cerrado”, desliza el técnico con la confianza de quien lo ha visto crecer partido a partido.

Su viaje por Arabia no ha sido un simple retiro dorado. Todo lo contrario. En Al Hilal se paga la excelencia y Bono la ofrece jornada a jornada. Si el fútbol vive de grandes momentos, el meta volvió a abrir portadas con una mano imposible para frustrar al todopoderoso Manchester City en el último Mundial de Clubes. Medio planeta volvió a aplaudir al mismo guardián que hizo del ‘sí, se puede’ su divisa en el Sevilla.

Ahora, lejos del Sánchez-Pizjuán pero a pleno rendimiento, Bono es uno de los pilares de la plantilla saudí y un espejo para los que dudan del nivel creciente de la liga árabe. Silva, que bien conoce los secretos tras la línea de cal, lo desmenuza: “Sigue en la élite, ágil, decisivo. Lee el juego como pocos y se machaca en cada entrenamiento. Tiene cuerda para años.” Quizá por eso, a pesar del millonario contrato hasta 2026 (21 millones de euros como carta de presentación para fichar en 2023), Bono empieza a mirar de reojo a Europa.

No es un secreto en su entorno: el portero ve con buenos ojos un posible regreso y, ¿quién sabe?, el Sevilla está buscando portero. En Nervión huele a reconstrucción. El club apura el mercado, los técnicos rastrean opciones y la afición rememora tiempos mejores. Bono dejó más que reflejos felinos: dejó identidad, liderazgo y noches de gloria. Y, aunque el dinero saudí lo retiene por ahora, la nostalgia y ese vínculo invisible con el Sevilla hacen que su vuelta sea un deseo compartido.

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