En Stamford Bridge se mueve algo. Después de varias temporadas en la cuerda floja, el Chelsea ha decidido invertir este verano para volver a luchar por la Premier: quiere fichar pólvora, quiere hacerlo ya y, lo que es más importante, quiere traer a un delantero hecho y derecho, de esos que llegan para ponerse la camiseta y marcar la diferencia desde el primer día. Y el elegido no es cualquiera. El nombre está encima de la mesa de Todd Boehly y compañía como un secreto a voces: Kolo Muani.
No nos engañemos, la apuesta por la juventud ha dado para fotos muy bonitas en Instagram y para titulares esperanzadores en agosto, pero a la hora de la verdad, para ganar en Old Trafford o en Anfield, hace falta colmillo. Los blues lo saben, y ya han comprobado que por mucho talento verde que tengan, si quieren pelear la Premier a los grandes, hay que apostar, también, por tipos con galones.
El Chelsea, que últimamente parecía más un laboratorio de promesas que un equipo campeón, ha tocado fondo tras el enésimo debate bajo palos. El fallido intento por Mike Maignan ha dejado en evidencia las dudas sobre Robert Sánchez y Filip Jorgensen. El gigante de Londres entiende que bajo los tres palos y arriba, necesita seguridad, experiencia y ese punto de hambre voraz que diferencia a los buenos de los legendarios. Por eso, aunque tiraron de billetera para atar a Liam Delap, el olfato de gol de los blues pide alguien más curtido, un delantero de nivel Champions y peso internacional.
Justo ahí aparece Randal Kolo Muani. El delantero francés, 1,87 metros de potencia y velocidad, tiene 26 años y vive su momento más decisivo. Se paseó por Turín como una tormenta: 21 partidos, 10 goles y una certeza —tiene calibre para ser el 9 de un grande—. Parecía que la Juventus sería su destino definitivo tras un préstamo en el que mostró todas sus credenciales, pero el PSG —que pagó la friolera de 95 millones de euros al Eintracht hace apenas un año— no ha dicho la última palabra. Kolo Muani, valorado ahora en 30 millones, tiene contrato en París hasta 2028 y, sin minutos ni protagonismo asegurado, su futuro se ha convertido en uno de los culebrones del mercado.
En Londres lo ven claro: es un ariete de verdad. De los que no solo aparecen en las portadas, sino que te cambian partidos, te silencian estadios y te arreglan una temporada. Kolo Muani es uno de esos delanteros que aúnan potencia, inteligencia y una fría relación con el gol, de esos que el Chelsea no encuentra desde los mejores tiempos de Drogba o Diego Costa.
La pregunta ahora es si el PSG le abrirá la puerta, si el Chelsea apretará el acelerador y, sobre todo, si Kolo Muani será el hombre que devuelva a Stamford Bridge ese gen ganador, ese hambre que distingue a los blues en las noches grandes. El mercado se abre, la Premier espera y el Chelsea, cansado de proyectos a medio hacer, se prepara para lanzar la bomba definitiva.