El Newcastle tiene en su agenda a Gallagher

Conor Gallagher, mediocentro de brega total, es de esos futbolistas que nunca rehúyen la batalla, pero que aspiran a algo más que ser un simple peón. El Newcastle United lo sabe bien y ya afila la chequera pensando en el inglés para reforzar su sala de máquinas de cara a una Champions League que promete emociones fuertes en St. James’ Park.

Gallagher aterrizó en el Atlético de Madrid la temporada pasada, previo pago de 42 millones de euros. Un fichaje con acento inglés, amarrado al destino de Joao Félix y el Chelsea. Era la apuesta de Simeone para oxigenar el centro del campo: músculo, energía y despliegue, el tríptico soñado por cualquier técnico que valore el sacrificio. Y vaya si ha trabajado el bueno de Conor: 2.542 minutos en la mochila, 50 partidos disputados, 4 goles fundamentales y 6 asistencias vestidas de rojo y blanco.

Pero el fútbol es caprichoso y, a pesar de sus números, Gallagher no ha logrado hacerse con la etiqueta de titular indiscutible en la pizarra del Cholo. Siempre útil, siempre presente, pero pocas veces protagonista absoluto. En un año clave, con el Mundial asomando en el horizonte, el mediocentro inglés busca algo más: ser cabeza de cartel, el faro de un equipo. Y ese papel principal podría llevarle de vuelta a la Premier, donde Eddie Howe, técnico del Newcastle, ha marcado su nombre en la agenda como pieza clave para asaltar Europa.

El Atleti, fiel a su política de no malvender, solo considerará abrir la puerta si recupera los 42 millones invertidos. Dinero que no vagaría ocioso por las arcas del Metropolitano: el club ya piensa en invertirlo en un central –Hincapié o Hancko– y en un delantero de garantías, donde Ademola Lookman brilla como objetivo predilecto tras la salida de Correa rumbo a Tigres.

Con 25 años, 1,82 metros de puro pulmón y un valor de mercado que ronda los 40 millones de euros, Gallagher sigue con el futuro atado hasta 2029. Pero el fútbol son ciclos, y todo apunta a que el suyo, en el vestuario colchonero, podría llegar a un punto de inflexión este verano.

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