El Atlético de Madrid apreta por el Cuti Romero

Por mucho que algunos deseen vacaciones sin sobresaltos, el Atlético de Madrid vive permanentemente instalado en la frontera entre el vértigo y la oportunidad. Este mercado, no iba a ser menos. Hay revolución en marcha y un nombre propio que lo encabeza: Cristian “Cuti” Romero. El defensa argentino del Tottenham es el objetivo total de Diego Pablo Simeone. Y cuando el Cholo pide, el club se pone las pilas hasta quemarse los dedos.

La directiva colchonera está dispuesta a romper la hucha por la piedra angular de su nuevo proyecto. Sobre la mesa, 55 millones de euros fijos más 15 en variables. Un ofertón que, visto lo visto en el fútbol de hoy, es gasolina de alto octanaje. Pero en Londres no regalan caramelos: el Tottenham pide 70 millones de euros, ni un céntimo menos, por un zaguero de 27 años con contrato hasta 2027 y galones de mundialista.

Desde hace meses, las conversaciones han sido discretas. Simeone ha movido los hilos con inteligencia y paciencia. Ha hablado con el propio Romero, ha tanteado el terreno, ha transmitido ese arrope único del Atlético, ese sentimiento de pertenencia que solo entiende quien viste de rojiblanco. Y Romero, ni corto ni perezoso, se ha ilusionado con la idea. Busca un reto, siente el apoyo del cuerpo técnico y de esos gladiadores que sudan cada jornada el escudo en el césped del Metropolitano.

Simeone quiere a Cuti como líder de su defensa, pieza indispensable para rearmar una retaguardia que ha vivido mejores tiempos. El Atlético sabe que la operación será carísima, pero no es la primera vez que pisa fuerte para pescar en aguas difíciles: la apuesta se equipara al esfuerzo titánico realizado para hacerse con Julián Álvarez, aquel verano en el que no se hablaba de otra cosa.

Lo que está claro es que el movimiento es estratégico y urgente. Romero, con un valor de mercado de 50 millones, es visto como un refuerzo esencial para el nuevo Atleti. El Tottenham lo fichó en 2022 desde la Atalanta por 52 millones de euros, pero este año ha perdido protagonismo (26 partidos disputados) y los caminos empiezan a bifurcarse. En la entidad londinense no cierran la puerta, pero su precio es exigente.

La negociación avanza. No serán días de calma ni de playa, pero sí de mucha pasión colchonera. El Atlético quiere a Romero y está decidido a reventar el mercado si hace falta. Porque, en este club, cuando el entrenador pide un jugador de carácter, compromiso y jerarquía, el mensaje es claro: a veces, para ganar, hay que arriesgar todo. Y el Atleti está listo para morder de nuevo.

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