El PSG intensifica las negociaciones por Illya Zabarnyi

En el fútbol, hay movimientos que redefinen mercados, despiertan ilusiones a golpe de chequera y marcan el inicio de nuevas eras en clubes que ya viven en la cima del mundo. Es el caso de Illya Zabarnyi, el joven titán ucraniano al que medio continente sigue la pista y que –si nada se tuerce a última hora– está a un suspiro de enfundarse la camiseta del Paris Saint-Germain para dar el salto definitivo en su carrera. Paren la rotativa: estamos ante el defensa ucraniano más caro de la historia. Casi nada.

A sus 22 años y con 1,89 metros que parecen una muralla imponente en las áreas, Zabarnyi ha alcanzado ya un acuerdo personal con el PSG, ese club que ya no solo mira al frente en Francia, sino que domina Europa tras conquistar la ansiada Champions. El PSG se ha lanzado a por el defensa del Bournemouth, y la jugada puede salir redonda. Los franceses se rascarán el bolsillo y dejarán cerca de 50 millones de euros sobre la mesa; una cifra astronómica que supera incluso el valor de mercado fijado para el espigado central –unos 42 kilos– y que convierte al ex del Dinamo de Kiev en el fichaje defensivo más caro jamás salido de Ucrania.

No es casualidad. Zabarnyi se lo ha ganado sobre el césped. Temporada 2024/25 impoluta en Inglaterra: 39 partidos, una regularidad apabullante, liderazgo y el sello de futbolista sobrio y fiable en la zaga. Desde que el Bournemouth pagó por él 22,7 millones de euros en enero de 2023, solo ha hecho que crecer. Contrato hasta 2029, sí. Esperanza de retenerle, alguna. Realismo, ninguno. Cuando el PSG llama y pone el maletín de oro sobre la mesa, el fútbol inglés agudiza el ingenio y los números: imposible resistirse.

La llegada de Zabarnyi a París sería mucho más que un refuerzo. Tras levantar la Champions, el PSG no quiere dormirse en los laureles y mira hacia el Mundial de Clubes de 2025 para seguir agrandando su leyenda. A Zabarnyi no solo se le espera para competir con los mejores del planeta, sino también para heredar la jerarquía de Marquinhos, ese capitán hoy con 31 años a sus espaldas. París requiere un nuevo jefe en defensa, alguien con hambre, juventud y el carácter suficiente para liderar en el Parque de los Príncipes. Un perfil que encaja como un guante con Zabarnyi.

De cerrarse el traspaso, el central ucraniano se convertiría en el primer futbolista de su país en vestir la camiseta del PSG, y apenas el quinto en toda la historia de la Ligue 1. Quedarán los nombres, las cifras y los datos para los libros, pero sobre todo, quedará la sensación de que el campeón de Europa no se conforma. Va a por más. Y lo hace fichando a un defensa de presente y, sobre todo, de futuro.

El PSG, que nunca deja indiferente a nadie en el mercado, busca presente inmediato y horizonte dorado. Zabarnyi, ese central de futuro que ya es presente, está preparado para tomar París. El fútbol no espera a nadie y, en la capital francesa, la revolución continúa. Un gigante ucraniano está llamando a la puerta.

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