El Arsenal se plantea abandonar las negociaciones por Benjamin Šeško

En el norte de Londres, el Arsenal tiene claro el plan: necesita artillería pesada, un nueve puro, un ‘killer’ que devuelva el miedo al rival y el gol a The Emirates. Por eso las miradas se dispararon, hace sólo unas semanas, hacia un chaval alto, desparpajado, con cara de no haber roto un plato, pero que en el área se mueve como si tuviera una navaja entre los dientes: Benjamin Šeško.

El internacional esloveno, 22 años, lleva dos temporadas dejando su sello en la Bundesliga. Un talento prematuro que, a base de goles y carácter, ha convencido al RB Leipzig a blindarle hasta 2029. No es para menos: en 87 partidos con la camiseta de los toros rojos, ha firmado 39 goles y 8 asistencias. Uno de esos delanteros que en el área valen su peso en oro. Y en su caso, la cifra tiene nombre y apellidos: 70 millones de euros de valor de mercado. Casi nada.

La irrupción de Šeško no ha pasado desapercibida para los ojeadores más selectos del continente. El Leipzig le pescó en Salzburgo por 24 millones de euros. Una ganga viendo el rendimiento que ha ofrecido y la proyección que asoma en sus botas. Pero cuando un delantero mete goles domingos sí, domingos también, el escaparate europeo no tarda en volverse un hervidero.

El problema de Šeško no está en la calidad, sino en el dinero. Porque en el fútbol moderno, ya se sabe: el talento cotiza al alza y el futuro se paga a precio de oro. El Arsenal, tras semanas de negociaciones, está a punto de tirar la toalla. Ni por insistencia, ni por voluntad, ni por tener un proyecto atractivo pueden romper el muro con el que se han topado en las negociaciones con el entorno del delantero esloveno. Las exigencias salariales del futbolista, desorbitadas para los ‘Gunners’, provocan que cada vez suene menos probable ver a Šeško en la banda roja del Emirates Stadium.

El club londinense, que no renuncia a reforzar su delantera, ya empieza a mirar en otra dirección. Sin hacer mucho ruido, toma fuerza el nombre de Viktor Gyökeres. Quizá menos mediático, quizá menos estrella emergente, pero igual de apetecible para un Arsenal que busca piezas que encajen sin hipotecar el vestuario.

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